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25 de diciembre de 2007

Historia del amor

Seguramente lo habréis leído todos, pero aquí lo dejo...


LA LEYENDA DEL AMOR

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra, todos los sentimientos, cualidades y defectos de los seres humanos. Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura como siempre tan loca, propuso:

"Vamos a jugar a las escondidas".

La Intriga levantó la ceja intrigada y la Curiosidad sin poder contenerse, preguntó:

"¿A las escondidas? ¿Qué es eso?".

Entonces la Locura se lo explicó. El Entusiasmo bailó secundado por la Euforia. La Alegría dió tantos saltos que terminó por convencer a la Duda, e incluso a la Antipatía, que nunca se interesaba por nada. Pero todos quisieron participar. La Verdad prefirío no esconderse, ¿Para qué? Si al final siempre la hallaban. La Soberbia opinó que era un juego muy tonto, (en realidad lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella), y la Cobardía prefirio no arriesgarse.

"Uno, dos, tres..." comenzó la Locura.

La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fé subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del Éxito, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad no alcanzaba a esconderse, pués cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para cada uno de sus amigos, que si un lago cristalino, ideal para la Belleza, que si la rendilla de un árbol, perfecta para la Timidez que si el vuelo de la mariposa, lo mejor para la Voluptuosidad, que si una rafaga de viento, magnífica para la Libertad, etc., etc., etc.

Finalmente terminó por ocultarse en un rayito de sol. El Egoismo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... y para él solo. La Mentira se escondió en el fondo de los Océanos, (mentira, en realidad se escondió detrás del arcoiris), la Pasión y el Deseo, en el centro de los volcanes. El Olvido ya se olvidó de dónde se escondió... pero eso no es lo importante.

Cuando la Locura contaba "... 999.999...", el Amor no había encontrado sitio para esconderse, pués todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.

"¡Un millón!" Contó la Locura y comenzó a buscar. Después escuchó a la Fé discutiendo con Dios sobre teología, y a la Pasión y al Deseo sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la Envidia y claro, pudo divisar dónde estaba el Éxito. Al Egoismo no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar a la Locura le entró sed, y al acercarse al lago descubrió a la Belleza, y con la Duda resultó más facil todavía, pués, la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos; al Talento entre la hierba fresca, a la Angustia en una oscura cueva, a la Mentira detrás del arcoiris... (mentira, ¡¡si ella estaba en el fondo del océano!!). Y hasta el Olvido... al que ya se le había olvidado que estaba jugando a las escondidas.

Pero solo el Amor no aparecía por ningún lado. La Locura lo buscó detrás de cada árbol, dentro de cada riachuelo del planeta, en la viña de todas las montañas, y cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y las rosas.

Tomó una orquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido los ojos del Amor. La Locura no sabía qué hacer para disculparse con el Amor, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, cuando por primera vez se jugó a las escondidas en la Tierra, el Amor es ciego... y la Locura, siempre lo acompaña.

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