Bueno, pues aquí estoy una semana más haciendo un alto en mis vacaciones para colapsar vuestros ojos con chorradas.
Pues bien, después de parar unos días mis vacaciones me deponía en la noche de ayer a coger los amarillos (autobús) con destino a ese paraíso veraniego llamado playa, cuando vi que alguien se había dejado en mi asiento algo. Era un libro que normalmente habría dejado allí (tengo muchos libros por leer) si no fuese porque al abrirlo leí estas palabras:
‘’É accaduto d’estate. Chie-chan, la mia compagna d’appartamento, aspettando che scattasse il semáforo si era sporto un po’ dal marciapiede ’’
En efecto, el libro se llama Chie-chan e io (Chie-chan y yo en castellano, supongo), tiene 142 páginas y es de Banana Yoshimoto. Lo cogí exclusivamente porque estaba en italiano, y si el destino (ese gran desconocido) quiso que llegase a mis manos sería por algo, además si no lo cogía yo lo iba a coger cualquier garrul@ que pasase por allí (y yo fui el primer garrulo que lo vió :D).
El libro en sí puede ser desde un libro para niños pequeños hasta uno para reforzar la autoestima femenina, aun así, sin importar que esté editado también en español, haré un esfuerzo por intentar leerlo y ya os contaré que tal me fué. Al fin y al cabo los nuevos retos son cosas que valen, ¿no?
‘’Quando Chie-chan posa quel suo sguardo luminoso su qualcosa anch’io, per qualche misteriosa regione, riesco a coglierne tutti i particolari. Come chi guarda la città dal campanile di una chiesa in un giorno sereno, e riese a sentire persino il profumo del vento che attraversa i campi verdi in lontananza. ’’
Adeu!
PD: este post me ha salido un poco moñas, pero lo dejo así…
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