El día perfecto será cuando sea capaz de acercarme a uno de esos ancianos ataviados con boinas y chalecos de punto que pululan por los autobuses y que cada día se bajan en una parada distinta para decirle:
''Disculpe, ¿puede usted enseñarme quién es y qué ha aprendido de la vida?''
Entonces seré un ser en el más amplio sentido de la palabra, es decir, seré feliz...
Viva la vida, ¡que son momentos!
¡Adeu!
2 comentarios:
que chulo el texto, joder macho que gran verdad, las putas fuentes de información, los sabios los tenemos sentados en los buses al lado y ni los miramos...
no lo he copiado eh?
lo pensé cuando iba en el 27 camino a Los Arcos y unas horas despues lo escribi en casa ajena mientras la propietaria del ordenador se cambiaba de ropa ^^ (en ese tiempo podria haber escrito 50 como estas)
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