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15 de febrero de 2010

Me va a explotar la cabeza...

Maldigo a quien pronunció por primera vez el ''tú'' y el ''yo'', y a la casualidad que moldea el ''ahora sí'' y el ''ahora no''. Trastornado por no saber quién soy, una persona a la que cambian en cualquier momento un gesto, una palabra o una imágen que golpea en su mente...


Fuera llueve, como no, y siento que lo que azota mis pensamientos presiona mi cabeza para salir fuera y acabar comiéndome. Debo entrar hasta mis pensamientos para que no me deboren ellos primeros, cojo mi pie derecho y lo introduzco en una de mis cavidades orbitarias, empujo un poco y meto el resto del cuerpo hasta quedar desintegrado, con mi ser en el limbo, la nada en medio de la lluvia.



Pateo una naranja que ha caído al suelo, me encuentro en el centro de una habitación suspendida en el vacío. La habitación tiene tres esquinas, junto a mí se encuentra un amigo con un casco de ingeniero que le da vueltas a un mapa, parece que está diseñando una cuarta esquina, por las anotaciones que hay escritas el material resultará bastante costoso. Le pido por favor que detenga la obra, pero gira la cabeza. Debo irme de aquí de momento.

Todo es un engaño, dijo hace un rato el anciano que estaba en la peluquería, después de tantos años compartiendo su vida con una mujer ella ha muerto, ya no le queda nada, el pasado no existe. Quiere hacer un retrato a partir de una foto que tenía con ella pero eso no le ayudará, ya no volverá... nada volverá, y lo unico que cuenta es lo que tenemos a nada. En mi caso es todo y nada... No saco nada en claro, tengo la cabeza embotada y solo quiero salir un rato a volar fuera de este cuerpo... me conformaré con seguir respirando... de momento. Ante mí veo a alguien que conozco muy bien escribiendo algo en un papel sucio:

El pianista toca su última melodía de hoy, una alegre por lo que parece, ningún momento es mejor que éste para navegar en la inmensidad del océano. Me asomo a ver el mar, con el abrigo y un barco como éste de por medio no tengo nada que temer al fin y al cabo. La brisa pega de frente contra mi piel, el cielo está ennegrecido, y el mar lo contrasta con un azul profundo y denso, como si todas las verdades del universo estuvieran contenidas en esa gran masa de agua, algún resplandor blanco generado por el reflejo de las luces del barco me recuerda que hay algo de luz en cualquier sitio en que te propongas buscarla. En el horizonte alcanzo a ver un hilo blanco elevándose sobre el mar, y escucho como el cantar de una ballena mece cada rincón de mi cuerpo. ¿Sabes?, ya no les tengo tanto miedo a las bestias marinas, hay bestias mucho peores conviviendo con nosotros. Para colmo noto como el pelo se me está mojando, está chispeando. Si se pudiese estallar de felicidad ahora mismo lo haría, pero no conozco ningún caso, así que me limito a gritarle a la nada hasta agotar mis fuerzas. Gritos de plenitud. Todos se han ido a dormir, o casi todos, escucho unos pasos que se aproximan hacia mí. El corazón me da un vuelco cuando vislumbro su silueta, esbozo el principio de una sonrisa, pero algo dentro de mí me grita algo, no me deja verla, ni hablarle, todo se desvanece, pero hago un esfuerzo y la miro a los ojos, esos ojos marrones que se oscurecen con el reflejo del mar y dejan al descubierto la palidez de su rostro, hay tantas cosas que deseo decirle, pruebo a mover los labios de un lado a otro para otro para que mi voz suene firme cuando abra la boca, siento como el viento se para y abro la boca: ''volvemos a vernos''.


El resto de la hoja estaba demasiado borrosa para verla.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Juraría que un fragmento de este Post ya lo habías escrito en otro...

Tienes muchos sentimientos ahí dentro,¿eh? Me gustaría poder transmitirte de una manera más clara lo que siento cuando leo todo lo que escribes... ,pero solo me salen algunas palabras sueltas y otras tantas tonterías
Nostalgia, amor, sensibilidad a flor de piel, desesperación, tristeza... lo que escribes siento muchas veces como si lo hubiera escrito yo misma, eso que escribes es tan exacto a lo que fluye por mi pecho que ya no sé como describirlo. Cada vez tengo más ganas de conocerte y Andrés dice que somos muy parecidos o muy iguales. Parece que puede que haya otro loco en el mundo igual de sensible que yo...

Ramón dijo...

Que curioso. Es la segunda vez que se me asocia junto con una naranja. ¿Casualidad? Habla, gañan!

¿¿Que relación tienen las partes ya escritas?? Tantas preguntas (mentira, solo 2) y aun así se disfruta.

Si sabes desenredar tus pensamientos así... olé. Me gustó ^^

salu2

Unknown dijo...

Deja de sumergirte en la inmensidad de tus pensamientos y en la batalla de tus sentimientos y comienza a vivir la realidad.
La lluvia, aunque no hace falta que te lo diga sale recurrentemente en tus relatos como elemento amenzante a veces e inspiratorio otras tantas, lo que presiona tus pensamientos no son ellos en sí sino la humedad mamón xD.
Eres lo que eres, un alma etérea suspendida en un lugar incierto aunque con una luz al final del túnel, deja de huir de ella y comienza a perseguirla y a ver si salgo alguna vez yo en una de tus esquinas que tu sabes que tengo complejo de putilla, un abraso

Miguel Ángel dijo...

Fuera, eh?
No he entendido lo de la lluvia, pero...mola.
La verdad es que a veces es bueno hacer un repaso de la vida, y si es externo, alegórico y "bonito" es mejor.
Me ha encantado, aunque hay cosas, como la lluvia ya citada o la cabeza girando que no he llegado a entender, como mucho he podido vislumbrar en la lluvia un elemento triste.
En fin, esperemos que todo éste vórtice de pensamientos e imágenes no se deba al periodo que has pasdo estudiando

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