Sigue lloviendo. Un melancólico olor a tierra removida invade mi ser y siento como la plenitud recorre cada rincón de mi cuerpo. Una chispa se enciende en mis ojos y siento ganas de gritarle a todos que estoy más vivo que nunca. No creo que pueda hallar mayor felicidad que la que me proporciona la lluvia.
Poniéndonos en contexto, son las 22:37 de un sábado cualquiera y acabo de bajarme de un autobús que venía de Mairena del Alcor. Me despido de Migue y voy en camino a la parada para coger el autobús que me lleve a mi casa. La verdad es que me daba algo de pena coger ese autobús para volver, ya que significaba que volvía en solitario después de un día bastante feliz en general, como la mayoría de los sábados. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Nunca pensé que me llegaría de verdad la hora de ser feliz. Tendría que ocurrir una debacle en mi interior para que decidiese terminar con esta situación.
En mi ya gastado MP4 suena una canción de The killers que escucho impaciente mientras descubro una gran revelación: la luz de una farola, al reflejarse en un charco y combinarse con la lluvia forma unas centelleantes estrellas de luz en el charco que me recuerdan a mis noches de navidad de la infancia. Si por mi fuera se lo contaría a todos para que lo admirasen, pero no hay nadie conmigo, así que volveré a casa para cobijarme en el calor del hogar y dormir plácidamente. Una noche más en mi plácida vida actual. ¿Qué más puedo pedir?.
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3 comentarios:
"The killers" no es una canción de Dream Theater..?
Me gusta este post por su simplicidad... La lluvia no tiene precio!
http://www.youtube.com/watch?v=wvVOoCKjonY
la canción era esa, la escuchaba porque la estaban poniendo en la radio. No todo tiene que ser complicado en la vida. ^^
La nostalgia es el peor amigo de la soledad y el mejor recuerdo del sentimentalismo.
Por mucho que digan que hay que mirar hacia delante, somos lo que somos por las vivencias pasadas y eso nos deja marcados de por vida y no podemos cambiarlo...
No cambies nunca
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