-¿Qué es el alma, Javi?
-Para mí es energía, la energía que nos hace funcionar, la que tenemos dentro. Todo lo que hacemos, pensamos, sentimos, todo son una serie de impulsos eléctricos que al morir dejan de interconectarse para mantenernos en pie. ¿Sabes por qué se dice Jesús cuando alguien estornuda? Antiguamente se creía que al estornudar el alma salía al exterior, y había que invocar a Jesús para que volviese a nosotros.
¿Energía? Interesante, el alma es lo que hace que suspiremos según muchos, el asunto a tratar es: ¿muere con nosotros? Nada se pierde en esta vida, se recicla y transforma. Cuando morimos nuestra materia se descompone y pasa a otros cuerpos, estos cuerpos pueden generar vida o no. La energía se disipa y almacena en otro espacio. Si el alma es la energía que nos hace existir, nuestra alma es un reciclado de anteriores almas, igual que nuestro cuerpo, y por alguna razón se han conjugado energía y materia para crear una unidad estructural compleja con millones de mecanismos y engranajes, de los que si falla uno se derrumba el conjunto.
El budismo, que defiende la equidad y dignidad humana por encima de todo, también mantiene que existe la reencarnación, situación que se puede confirmar desde este punto de vista, es más, lo que existe es la reencarnación múltiple, la energía y la materia se dividen para contribuir a formar parte de distintos entes, materiales e inmateriales. Pero ¡eh!, ¿es el alma material? dicen que al morir perdemos 21 gramos y que éstos pueden corresponder al alma, esto se dedujo a partir de un experimento de principios del siglo XX en el que un científico pesó a pacientes terminales y comprobó que perdían 21 gramos en el preciso instante de morir, sin duda un caramelo en la boca de los religiosos. Estudios posteriores defienden que ésto no fue más que fruto de un experimento impreciso y mal hecho, al morir la actividad eléctrica y química de nuestro sistema nervioso deja de funcionar y perdemos la capacidad de ser como un todo. Primero se va la energía, y luego la materia se ve obligada a terminar con ese juego, de momento. Watson, nobel que muchos de vosotros conoceréis sobre todo por la estructura de la doble hélice de ADN dedicó 50 años de su vida a buscarle una explicación científica y empírica al alma, alejándose por tanto de lo abstracto. Seguiré intentando recopilar datos someros y claros que nos ayuden a andar con más luz en éste camino, hasta entonces os dejo con este documental que espero os resulte interesante.
2 comentarios:
Vaya documental...
Ese señor ya sabe sin lugar a dudas esa pregunta que durante tantísimas generaciones nos ha invadido la cabez: ¿Qué hay tras la muerte?
Gran documental. Un fuerte abrazo.
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