Relación de poder

Seré breve porque cada palabra que escribo sin tintantarla con un poco de inspiración es una astilla que me clavo voluntariamente bajo las uñas, y probablemente a ti, que me lees, tampoco te resulte muy agradable. Siempre me han llamado la atención las (frecuentemente) tensas relaciones que se establecen entre yerno y suegro. Estás criándola durante gran parte de tu vida para que venga cualquier pintamonas a llevarsela con sus engaños, por lo que se establece hacia él una falsa relación de cordialidad aderezada con una base de desconfianza y rencor. Mientras tanto el pintamonas pisa un terreno desconocido, una vez pasada la dificil fase del cortejo se debe enfrentar a algo a todas luces necesario si quiere alargar al menos un poco más la relación, a veces intenta impresionar al suegro, que le responde con un descaradísimo desinterés o un falso interés, y el pintamonas, que tiene sentimientos, se siente en el fondo culpable por meterse en un terreno hostil por la fuerza. Se establece aquí una relación de poder que con el tiempo será invertida. Otra relación de poder es la que se da entre yo y la escritura. Sé que es algo superior a mí, y la trato con respeto intentando no vulnerar sus normas básicas, le tengo demasiado respeto. Si escribo sin inspiración no me veo satisfecho, y eso no me aporta nada, así que voy a dedicarme por un tiempo a otras cosas, hasta la próxima.