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7 de enero de 2010

Ser o no ser en 2010

El pianista toca su última melodía de hoy, una alegre por lo que parece, ningún momento es mejor que éste para navegar en la inmensidad del océano. Me asomo a ver el mar, con el abrigo y un barco como éste de por medio no tengo nada que temer al fin y al cabo. La brisa pega de frente contra mi piel, el cielo está ennegrecido, y el mar lo contrasta con un azul profundo y denso, como si todas las verdades del universo estuvieran contenidas en esa gran masa de agua, algún resplandor blanco generado por el reflejo de las luces del barco me recuerda que hay algo de luz en cualquier sitio en que te propongas buscarla. En el horizonte alcanzo a ver un hilo blanco elevándose sobre el mar, y escucho como el cantar de una ballena mece cada rincón de mi cuerpo. ¿Sabes?, ya no les tengo tanto miedo a las bestias marinas, hay bestias mucho peores conviviendo con nosotros. Para colmo noto como el pelo se me está mojando, está chispeando. Si se pudiese estallar de felicidad ahora mismo lo haría, pero no conozco ningún caso, así que me limito a gritarle a la nada hasta agotar mis fuerzas. Gritos de plenitud. Todos se han ido a dormir, o casi todos, escucho unos pasos que se aproximan hacia mí. El corazón me da un vuelco cuando vislumbro su silueta, esbozo el principio de una sonrisa, pero algo dentro de mí me grita algo, no me deja verla, ni hablarle, todo se desvanece, vuelvo a la realidad.

‘’Morir será una gran aventura’’ Peter Pan


-Bueno tío, yo me voy por aquí, nos vemos.
Les choco las manos a dos de mis compañeros de la noche, los últimos que quedaban, el resto del camino hacia casa me toca hacerlo solo. Aun sigo algo ensimismado. Parece ser que estaba de nuevo en mi mundo, pero me habría gustado ver el final de todo aquello, algo me dice que lo veré. Situémonos, es tarde para la noche y temprano para la mañana, el cielo se empieza a clarificar y yo estoy algo mareado, con manchas en la chaqueta que no recuerdo muy bien de qué son y deseando pillar mi cama, esté fría o caliente. Estoy ante el primer sol que sale en 2010.
Nunca me ha gustado ir con prisa a ningún lado, pero me he tenido que acostumbrar. Tantas personas han tenido que nacer y que morir para que yo esté pisando ahora mismo este suelo, y el hecho de estar pisándolo, oh, Dios, ¿somos conscientes de que hay un conjunto casi infinito de factores interrelacionándose para permitir la vida?, por ejemplo la actividad volcánica tan ignorada por la mayoría se encarga de mantener las temperaturas del planeta y generar continuamente suelo fértil contribuyendo a la vida, a su vez cada pequeña pieza que se sitúa en el rompecabezas encaja con el resto dando como resultado que estemos aquí sin una explicación coherente de cómo ha surgido todo y es tan perfecto como si fuese un sistema de enmarañados engranajes en el que debe funcionar cada diminuta pieza, es tan increíble todo que hay que obviarlo para seguir a lo nuestro. Al fin y al cabo la vida sigue girando a un ritmo increíble, y el ayer no volverá jamás por suerte o por desgracia.

¿Y qué es lo nuestro? Pues existir, o lo que parece lo mismo, vivir. En lo que llevamos de vida hemos hecho muchísimas cosas, a nuestro cuerpo le ha dado tiempo a experimentar tanto y tan intensamente que nos encargamos de olvidarlo para no conformarnos e ir a por más placeres. Ahora que lo pienso, nunca he abrazado a una llamarada de fuego, me lo apunto. También puede ser que el primer ser humano fuese puesto en la tierra para cumplir una misión concreta, no lo logró y fueron apareciendo otros de su especie para conseguirlo, y así hasta hoy. Puede ser, pero creo que esto es fruto de mi mente morbosa, al menos es más divertido que pensar que estamos aquí por azar.

Lo que está claro es que hay algo que nos desnuda ante el universo y nos acerca a esa humanidad de la que solemos huir, hace que se nos ericen los pelos y nos toque como si fuésemos un arpa que se deja mecer por su propia música: El arte. O al menos el concepto que yo tengo de arte, y es el de un sentimiento, o incluso una emoción que se materializa, realiza ese paso de lo abstracto a lo físico. Claro que puede ser una pintura, una partitura o un texto trabajado, pero no sólo es eso. Un beso que te estremezca por su sencillez, una conversación intensa, el juego de la seducción, un gesto desenfadado, todo eso es arte, y mucho más. Te propongo que intentes que cada cosa que hagas tenga algo de arte, o no.




Personalmente, aparte de todo esto me gustaría rodearme en la vida de las mejores personas que encuentre, y conocer todo lo que pueda conocer, ver con mis propios ojos lo que nunca creí (o lo que es lo mismo, investigar y viajar), y conseguir darle 500 vueltas distintas a un solo pensamiento al azar (o lo que es lo mismo, aprovechar al máximo mi capacidad de razonar y filosofar). Aunque claro, a nadie le amarga un dulce, y el amor ha sido el gran señuelo del hombre a lo largo de toda la historia. Dijo Sócrates antes de morir que es más complicado evitar el mal que evitar la muerte. Desde niño te meten pájaros en la cabeza a base de empujar fuerte para que se queden bien metidos y a presión. Reconozco que siempre soñé con ser el héroe que rescata a alguna damisela de algún rocambolesco aprieto, aunque hubiese que matar dragones por el camino, pero claro, pensándolo bien luego todo se volvería algo monótono al basarse una relación en un simple rescate, y casi que prefiero estar con el dragón antes que con determinados tipos de mujeres. Ante esto creo que me pegaría más el papel de villano que encierra a la princesa en una habitación de un hotel (ya no hay castillos para secuestrar), la amordaza y espera escondido en un armario o detrás de la puerta a que llegue su príncipe azul para volarle la cabeza mientras intenta desatarla. Ella llorando y cubierta de vísceras y al ser un hotel no tengo que limpiar yo, sino el servicio de habitaciones, todo es perfectamente sádico, además tampoco sería tan malvado, él solo quería sexo y luego no la habría llamado.

Regreso de nuevo de mi ida de olla, estoy en la parada esperando el autobús, mi cuerpo se ha movido casi solo hasta aquí y ya es de día, algunas aves cantan sobre mi cabeza y una señora fuma a mi lado. Me aparto un poco y respiro hondo, hace un poco de frío pero la mañana es bastante armónica, la primera del año. Algo o alguien ha puesto el mundo aquí para mí y quizás debería aprovecharlo, pero en este momento solo quiero dormir, y mucho. Ya llega el 13, me siento en el asiento más cercano y escucho como llega desde la lejanía una melodía celestial, los mejores compositores de la historia se han puesto de acuerdo para dedicarme su mejor composición. Mozart, Beethoven, Vivaldi… Estaos ya quietos coño, que tengo jaqueca.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Always look at the bright side of life.
Un poco grotescas las imagenes que, por un lado llevan razón y te animan a seguir adelante y a tratar de mirar la existencia con un punto de vista positivo.
Por otro lado, la vida no es eso, es sufrir, es pasarlo mal, es ver como tus seres queridos sufren, es no poder estudiar por los problemas (muchos de los cuales no son tuyos)....No, la vida no tiene lado positivo, la felicidad no existe, el amor, no existe, el conocimiento, no existe. Solo son momentos en los que sufrimos menos y Dios nos da un descanso momentáneo para sonreir.

No has podido escribir nada mejor para comenzar el año, me encantan tus experiencias, tus anécdotas y tu embelesamiento por las cosas pequeñas.
Sin embargo, polvo somos, y en polvo nos convertiremos.
Feliz Año Gatito.

Ale dijo...

Sin duda, pero no creo que al final de nuestra vida nos arrepintamos de todo el sufrimiento, concéntrate de momento en el ''somos'', ya habrá tiempo de preocuparse del ''nos convertiremos''
hasta la próxima amigo!

silencios que gritan dijo...

buena reflexión...
como no quereis mirones prometo dejar una huella cada vez que pase por aquí :)
Un saludo.

Anónimo dijo...

¡Muy bien! ¡Si señó! =D

Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión, y te resultará raro, pero con forme iba leyendo parecía que te habías metido en mi cerebro justamente ayer y has plasmado las ideas que yo soy totalmente incapaz de plasmar ultimamente.

Frases como "hay bestias mucho peores conviviendo con nosotros" o "nunca he abrazado a una llamarada de fuego, me lo apunto" me han encantado.

Para mí el arte es lo mismo que para tí. Valorar las pequeñas cosas, por muy pequeñas que éstas sean. Como tú mismo has dicho, un sencillo beso o, para mí, un abrazo sentido realmente pueden ser un claro ejemplo de la más bella representación artística.

Los seres humanos somos unos avariciosos que jamás nos conformaremos hasta que nos veamos solos y destruidos por nuestra propia avaricia.

A parte de las letras, una bella imagen o la más dulce melodía, disfruta de cada beso, cada abrazo o cada mirada. No sé el resto, pero personas como yo te lo agradecerán.

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