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14 de marzo de 2010

Una noche más


Siendo un poco retrospectivos, todos mis problemas y ''depresiones'' a lo largo de lo que recuerdo de vida han sido fruto de una interacción social frustrada, el querer que las personas actúen como uno quiere o como mínimo a nuestro favor conduce inevitablemente a constantes decepciones que se traducen en una progresiva desconfianza hacia el entorno que nos hace adoptar conductas atodestructivas, o destructivas sin más.



''El hombre es un lobo para el hombre'' que se organiza en sociedad para alcanzar cierto estado de control otorgándole todos sus derechos al ''estado'' como regidor de los mismos decía Thomas Hobbes. “El que vive de esperanza, muere desesperanzado” escuché también hace tiempo. Buscar y encontrar suelen ser dos términos que a lo largo del tiempo se desvirtuan torciendo su camino, al final no sabemos lo que queríamos al principio, solo lo que queremos ahora, por tanto se puede resumir o definir al ser humano en su vertiente más abstracta como un estado de deseos que se renuevan continuamente ante un estímulo, ya sea de grado positivo o negativo.

Huyendo ya de tanta antropología y psicología innecesaria, me acabo de dar cuenta de el por qué mi particular obsesión por las ''cosas que valen'', y es que esos detalles banales (según muchos) y no muy llamativos están relativamente alejados de la tensión que supone para mí cualquier interacción social por lo banal, lo inconcluente y lo dañino que me supone ésta en ocasiones. Es como comprender que la vida que nos han enseñado no es realmente la vida, sino una versión escenificada de las manillas de un reloj. Lo esencial para vivir puede resultar aburrido con el tiempo, por eso se ha ido intentando superarlo con el tiempo, e incluso olvidarlo. Detenerse a contemplar la belleza es un lujo demasiado caro hoy en día.

Lo que me aporta la sociedad es obvio, y también que ya no sabría vivir sin ella, por que yo no soy más que lo que he aprendido de ella. Está bien ver a alguno de tus padres sonreir, conseguir un trabajo decente, hacer ejercicio para aproximarte a los estereotipos ''buenos'' del momento, tener algún amigo que te escuche cuando estás mal o conseguir recorrer con tus dedos las sinuosas curvas de la chica a la que estuviste tanto tiempo intentando conseguir. Pero recuerda que hay vida más allá de la que te han enseñado, y vida solo tienes una.


4 comentarios:

Unknown dijo...

-Señor, ¿que desea tomar?
-Póngame un trabajo bien remunerado, una casa en las aferas, una familia y amigos que estén ahí siempre y de beber un poco de salud, pero la justa para pasar cienco años de jubilación
-De acuerdo, ¿algo más?
-Si desearía que me trajera la cuenta cuento antes que llevo prisa, bueno Ale, ¿y tu? ¿que vas a pedir tú de comer?


Pensar es gastar energías, arriesgar es lanzarte a perder, vivir es llegar a morir.

Ale dijo...

Yo solo quiero agua, y en un vaso de cristal, gracias.

Anónimo dijo...

Como dices, pararse a observar la belleza de las cosas es caro. ¡Qué perdida de tiempo! y por tanto, qué pérdida de dinero...

Y qué pena.

Me acuerdo un día por la calle O'Donell que había un payaso y una mujer le echó dinero. Él paró su actuación y dijo: "Yo no necesito dinero para ser feliz ni para actuar. Yo quiero actuar, no quiero su dinero. Quédeselo."

El tiempo, la vida, el viento y los rayos del sol, el día y la noche, un beso y una caricia... Son cosas que tienen tanta valía que no se pueden pagar..., y sin embargo, no valen dinero y la gente las desprecia y olvida. Qué pena...

Ah! Verdad... ¡Valen más mi mansión y las mentiras que he vomitado para conseguirla que la sonrisa de mi hij@ cuando juego con él!

Cuanta mierda hay en este mundo. El mayor enemigo del hombre es él mismo.

PD: Yo también pediría agua, y del grifo.

Anónimo dijo...
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