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21 de mayo de 2010

Nuestra verdad


A
prendí a volar para caer desde más alto y que el golpe fuese más trepidante. Aprendí a quererte para que no hacerlo significase algo. Me atreví a pensar en ti para averiguar lo que era sufrir, simple curiosidad. Odiar es de cobardes, y hay más de un cobarde por mi culpa. Mi voz es débil y se quiebra pronto cuando siento el peligro subiendo por mi garganta, pero eso no te libra de la avalancha de ideas que se puede abalanzar hacia ti en el momento en que mi cráneo no las pueda contener. ''Estás muy callado''. No estoy callado, imbécil, es que no mereces que comparta mis palabras contigo, me ha costado mucho trabajo pulirlas y darles un sentido para regalárselas a cualquiera que se crea superior a mí por el hecho de tener más, que le hayan dicho que vale para algo, o de tratar como mierda a la gente, y que luego le laman los pies. Es su problema. ¿Que qué sé yo? Sé trabajar para lograr algo, y estoy aprendiendo a buscar momentos por mi propia cuenta, y a querer a quien merece la pena. Si en mi cara aparece la tristeza, solo es un calentamiento antes de sonreír.
Maduré para que las cosas más simples tuviesen más merito.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

...Me encanta

Magdalena Barreto dijo...

Hay frases en este post, que me gustan muchísimo, pero si tengo qu elegir, me quedo con lo de "estoy aprendiendo a buscar momentos por mi propia cuenta, y a querer a quien merece la pena"....quizás porque me sienta completamente identificadas con ella.
Y tienes razón, quien se crea superior a otra persona por cualquier motivo, quien se atreva a mirar a otra persona por encima del hombro...sencillamente, no vale la pena, no nos aporta nada de anda.
Un beso y bonito post

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