
Al poco tiempo de cerrar los ojos siente como el corazón empieza a latirle mucho más rápido, los vuelve a abrir y ve como la manta toma voluntad propia y se despega de su cuerpo, cubierto ahora con un pequeño pijama celeste. La habitación es casi blanca, y ante este panorama lo más razonable sería quedarse con los ojos bien abiertos y la boca en forma de 0, pero él nunca fue un chico muy razonable, así pega un brinco y se sitúa flotando en el aire. Volar, el sueño del hombre desde que es hombre, pero claro, las limitaciones no están hechas para él. Alguien tenía que ser el primer niño de cinco años que vuela, así que no es para nada extraño que le tocase a él. Él desde luego era el menos sorprendido, al fin y al cabo era la única persona que conocía sus propio potencial. Sin más preámbulos comenzó un espectáculo que duraría toda la noche, la más emocionante de su vida. Primero, para cogerle el truco a la cosa volaba en círculos por toda la habitación, que ahora carecía de puertas. De vez en cuando, cuando la emoción le envargaba, la liberaba en forma de baile. Nunca se le olvidaría la noche en la que tocó las palmas y zapateó mientras flotaba en medio de su habitación.
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2 comentarios:
I like it!
Si un genio me concediese tres deseos uno de ellos sería poder volar para viajar lejos, conocer mundo y evadir todos mis problemas.
Nunca he soñado con volar hasta que he leido este post y, mientras lo hacía me ponía en el lugar de ese niño.
Es hermoso usar la imaginacion, pero más hermoso aún es no saber distinguir entre fantasía y realidad.
Sigue soñando amigo
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