Huele a ceniza. Algo muy negro se ha asentado dentro de mí y creo que ignorarlo no funcionará mucho más tiempo. Por suerte de momento estoy estable. Oigo un grito de mi monitor. ''¡Sube!''. Con la potencia que me es posible sacar saco alternativamente del agua los brazos y los flexiono para que impacten de nuevo a toda velocidad sobre el agua. Frente a mí está mi defensor, contra el que voy a quedar bloqueado si no actúo rápido, le engaño cambiando la dirección de nado y me voy por velocidad hasta aproximarme a la portería, donde recibo el pase que con un remate mi mano derecha convierte en gol. Esto cansa, pero sin duda es lo mejor que hay en mi vida en estos momentos.
Refugio de unos ojos verdes. Atrapado en un tarro de fragancias y caricias. Y luego salir huyendo para no volver. La fogata de mis labios se volvió a encender por un tiempo en plena mitad del bosque. La vida son momentos, y he recolectado bastantes últimamente. No volveré a tener algunos parecidos, pero me alegro. Tengo energía para seguir caminando solo ante toda esta locura, aunque me falte algo de inspiración.
2 comentarios:
Niñooo! ya llegará la inspiración! deja a tu musa descansar un tiempecito que si no la vas a matar, lechee!! :P
Anda, un besote. ¡Retoma energía pa estar al 100%!
Cuando estas confuso sigue nadando, cuando no puedas respirar, sigue nadando, cuando tengas fuerzas, disfruta nadando, cuando no puedas más...disfruta del descenso a las profundidades toma aire y sigue nadando.
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